La biografía de Leonardo de Figueroa, arquitecto del periodo Barroco, nos introduce en la fascinante vida y obra de este destacado personaje del siglo XVII y XVIII. Nacido casualmente en Utiel (Valencia) hacia el 1654 y fallecido en Sevilla en 1730, a la edad de aproximadamente 76 años, Leonardo de Figueroa dejó una profunda huella en el panorama arquitectónico barroco de Sevilla.
Familia: Leonardo de Figueroa proviene de una familia con raíces en Galicia y Málaga. Sus padres, Matías García de Figueroa y Gabriela María de la Encarnación y Reina, le dieron a luz en Utiel. Leonardo tuvo varios hermanos menores, incluyendo a Laureano, Leandro Matías, Alberto, Antonio y Juliana. Tras casarse con Isabel Quintero o García, natural de San Juan del Puerto, y enviudar, contrajo matrimonio nuevamente con María de la Barrera, originaria de Carmona. De su unión con Isabel, nacieron los destacados arquitectos Matías José y Ambrosio, y fue abuelo de Antonio Matías de Figueroa.
Formación: Leonardo de Figueroa pasó su juventud en Antequera, pero a los diez años se trasladó a Sevilla, bajo la tutela de un familiar llamado Miguel de Miranda. En 1672, firmó un contrato de aprendizaje de cuatro años con el maestro albañil José García, originario de San Juan del Puerto. Durante su aprendizaje, no solo adquirió habilidades técnicas, sino también un profundo conocimiento del panorama arquitectónico y las preferencias estilísticas de la época, así como la comprensión de las necesidades de la clientela. Una vez completó su aprendizaje, Leonardo se estableció como arquitecto en Sevilla, marcando el inicio de una carrera exitosa y prolífica.
Obras Significativas: La iglesia pública del noviciado jesuítico de San Luis de los Franceses de Sevilla se destaca como una de las obras más impresionantes de Leonardo de Figueroa. Comenzada en 1699, esta estructura presenta una fusión perfecta del estilo barroco con influencias romanas, particularmente inspirada en la Iglesia de la Agonía de Santa Inés en la Plaza Navona de Roma, diseñada por Borromini y Rainaldi. El esquema centralizado de la iglesia, basado en una cruz griega con exedras curvas encerradas en un cuadrado, muestra un desarrollo en altura culminado por una de las cúpulas más impresionantes del Barroco sevillano.
Otras obras notables de Figueroa incluyen su contribución al hospital de la Santa Caridad de Sevilla, el hospital de los Venerables Sacerdotes, la capilla de Montserrat, la reconstrucción de la colegiata del Salvador, y el palacio de San Telmo, que continuó después del fallecimiento del arquitecto Antonio Rodríguez en 1706.
Contribución y Legado: Leonardo de Figueroa fue un arquitecto versátil que aportó soluciones constructivas y espaciales a proyectos ya iniciados y diseñó edificios nuevos que definieron la imagen de la Sevilla barroca. Su capacidad para adaptarse al entorno arquitectónico sevillano, tanto en términos estéticos como técnicos, fue clave para su éxito profesional y para la trascendencia de su obra.
En resumen, la vida y obra de Leonardo de Figueroa reflejan la grandeza del Barroco sevillano y su influencia en la arquitectura de la época. Su legado perdura a través de las obras que dejó en la ciudad, que siguen siendo testimonios vivos de su talento y creatividad.
Autor: Feliciano Robles
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